El té verde se caracteriza por tener un carácter vegetal, con notas más tostadas si se trata de los tés verdes chinos y de vegetales más crudos y notas marinas si se trata de los tés verdes japoneses. Se producen tés verdes en muchos países, pero los más preciados siguen siendo los producidos en China y Japón. El té verde no está oxidado, por lo que tiene un importante poder antioxidante, debido a que las catequinas presentes en las hojas de té no son modificadas durante su procesamiento.